4 tips para cuidar la salud oral de los peques este verano

No queda nada para que empiece el verano, y con él… ¡Las esperadas vacaciones!

Está claro que el verano es la época preferida de los niños; durante estos meses pueden dedicarse plenamente a jugar, descansar y explorar, se pueden ir de campamentos y pasar largas tardes en la playa o en la piscina, disfrutar de planes en familia e incluso hacer nuevos amigos en el parque.

Eso sí, el verano también trae consigo algunos riesgos. Durante las vacaciones, los hábitos que los niños han incorporado en su rutina durante el año (hacer los deberes, levantarse pronto, hacer todas las comidas a la misma hora…), desaparecen.

Como efecto secundario, esto puede provocar que sus hábitos de higiene bucodental también queden relegados a un segundo plano. Por ello, ¡hoy os traemos cinco consejos prácticos para evitar que su salud oral se vea resentida durante el verano!

1. Prepara meriendas saludables y vigila el consumo de azúcar

La infancia es una época de descubrimiento; los niños necesitan explorar y mantenerse entretenidos. Por ello, cuando tienen tanto tiempo libre como en verano, los peques pueden convertirse en un auténtico torbellino: juegan, saltan, corren, bailan…

Toda esta actividad física les hace gastar una gran cantidad de “combustible”. ¿Y cómo les gusta recuperarlo? Con azúcar.

Debemos tener en cuenta que, aunque el azúcar puede aportarnos una gran cantidad de energía, se trata de energía vacía, sin nutrientes. No podemos olvidar que el azúcar es el principal enemigo de nuestros dientes y el mejor aliado de las bacterias responsables de la aparición de caries.

Por ello, te animamos a que controles la cantidad de azúcar que toman tus peques este verano. Intenta que no abusen de los dulces y helados y que, si se toman algún refresco, lo consuman sin azúcar.

¿Un consejo? Puedes organizar con ellos tardes de meriendas saludables y divertidas. Aquí tienes algunas ideas para poneros el delantal; podéis preparar polos de frutas variadas, piruletas de manzana, ¡e incluso sacar vuestro lado más creativo y montar animales con trozos de fruta fresquita!

 

Recetas divertidas de fruta para niños

2. Vigila que se mantengan bien hidratados

Entre persecuciones por el parque y chapoteos en la piscina, los más pequeños pueden hasta olvidarse de beber agua o pensar que los refrescos son buenos sustitutos. Por ello, te recomendamos que controles que toman suficientes vasos de agua a lo largo del día.

Mantenerse hidratado es fundamental tanto para nuestra salud general como para nuestra salud oral. La saliva nos ayuda a cuidar los tejidos de la boca y es fundamental que, si van a mantener una actividad física intensa, nunca tengan la boca seca.

3. Recuerda: educar siempre es más efectivo que obligar

El niño que vea la higiene dental como una obligación se olvidará y/o escaqueará del cepillado a la primera de cambio. Por este motivo, es mucho más eficaz que les expliques por qué es tan importante que cuiden su salud bucodental.

Cuenta una historia, utiliza refuerzos positivos, convierte el cepillado en una actividad en familia, llévalos a una clínica dental especializada en el trato con niños a la que quieran volver por sí solos de lo bien que se lo pasan…

¿No se te ocurren formas de convertir la higiene bucodental en algo divertido? ¡Lee nuestro post sobre cómo potenciar la higiene oral de los niños para extraer algunas ideas!

4. Protege los dientes de posibles golpes

¿Sabías que puedes usar protectores bucales? Son perfectos para proteger los dientes de posibles golpes cuando practicas un deporte de contacto, como el fútbol o incluso el judo y el kárate. ¡Solo tienes que visitar al odontopediatra para obtener uno para tu peque!

También es importante ser precavido en la piscina para evitar traumatismos dentales. Más de un niño ha venido a nuestra clínica habiéndose partido un diente al golpearse contra el bordillo. De cara a los padres, lo importante en estas ocasiones es mantener la calma y saber cómo reaccionar.

Si tu hijo se rompe un diente en la piscina, trata de encontrar la pieza o el trozo perdido y consérvalo en leche o en la propia boca (después de limpiarlo y con cuidado de no tragarlo). Si actúas con rapidez y lo traes a la clínica, podemos pegarlo en caso de que se trate de un diente definitivo, y además revisaremos que su salud oral no se ha visto perjudicada de ninguna otra forma.

 

¿Tienes alguna otra duda de cara a cuidar la salud oral de tus peques este verano? ¡Contacta con nuestro equipo de odontopediatras y visita nuestra clínica dental en Bilbao!

 

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