Érase una vez un niño que siempre tenía ganas de lavarse los dientes, cumplía con los 2 minutos mínimos de cepillado y además se divertía haciéndolo. ¿Suena a cuento verdad? Pues hoy queremos darte algunos consejos para potenciar la higiene bucal de tus pequeños y acercar un poquito más la realidad a este cuento de fantasía. El secreto está en 3 palabras mágicas: dedicación, empatía y diversión.
Dedicación: cómo convertir la higiene dental en algo tan rutinario como las meriendas.
Nuestro primer consejo es que conviertas la higiene bucodental en una actividad familiar. Así, si los niños perciben que tú le das importancia a la limpieza dental, imitarán tu actitud y asimilarán que lavarse los dientes es algo tan cotidiano como las meriendas o las duchas.
Intenta dedicar un ratito a explicarles a los pequeños de la casa qué es exactamente lo que se consigue con el cepillado, el uso de pasta dental y los enjuagues: puedes hacerlo lúdico y así, no será una actividad que tengan que realizar sin comprender por qué deben hacerlo. Explícales que el cepillado sirve para retirar los restos de comida y evitar que aparezcan bacterias. La pasta de dientes es como una crema protectora y el enjuague la ayuda final para evitar que aparezcan caries y los dientes enfermen.
Recuerda que no debes utilizar el dentista como refuerzo negativo. Evita utilizar frases como “si no te lavas los dientes, te saldrán caries y tendremos que ir al dentista”. En su lugar, puedes incluir su visita a la clínica dental como algo positivo: “si te lavas bien los dientes, en la próxima visita al dentista nos pondrán un 10 y luego iremos al parque a celebrarlo.”
Empatía: ponte en su piel y conecta con sus emociones.
En ocasiones, los adultos tenemos tan mecanizada la utilización del cepillo de dientes que no nos paramos a pensar si los pequeños tienen alguna dificultad con el cepillado a nivel físico o psicomotriz. Nuestro consejo es que preguntes a tu pequeño si le resulta fácil o difícil y que supervises sus limpiezas.
Además, es importante comprobar que para ellos no es aburridísimo el momento del cepillado, ya que si interiorizan esta tarea como algo aburrido perderán el interés y las ganas.
Diversión: disfruta de cada momento con tus pequeños.
Cuidar de la salud bucodental no tiene por qué ser aburrido. Te damos algunas ideas para convertir la higiene bucodental diaria en un juego divertido:
- Oficina del Ratoncito Pérez: puedes convertir los cepillados en algo medible por puntos. Cuantos más puntos tenga tu pequeño mejor será la calidad del diente que recibirá el ratoncito Pérez. Cuando se le caiga un diente, podréis dejar una carta con la puntuación al ratoncito Pérez y este dejará un regalo a la altura del tesoro recibido.
- Convierte la higiene bucal en un cuento y hazlo en conjunto con tu pequeño: podéis ponerles nombres a las monstruosas bacterias, y al cepillo de dientes como superhéroe que las combate. Además, puedes decirles a tus hijos que sus dientes son una fortaleza que los monstruos de bacterias quieren traspasar y hay que impedírselo.
Cualquier juego que despierte su entusiasmo, imaginación y diversión será clave para que interioricen la higiene bucal diaria como algo importante y rutinario.
Te invitamos a potenciar la higiene bucal de tus hijos con estos consejos. Nuestros expertos en odontopediatría pueden ayudaros, pregúntanos para que podamos enseñar a tu pequeño cómo lavarse bien los dientes.